Siguiendo con Thomas Mann: “El triunfo final de la democracia”, Buenos Aires, Editorial Losada, 1938. Traducción de Alfredo Cahn:

 Acerca del pretendido socialismo de las dictaduras, al cual llama “socialismo del desprecio de los hombres”, (pág.39 y 40) junto a un terror cultural de pequeño burgués, que representa “un peligro mucho más horrible para la cultura que la doctrina social cuya amenaza empuja a una parte considerable de la burguesía pudiente en brazos de la dictadura fascista o, cuando menos, hace que sienta simpatía por la misma. La consideran una muralla de protección contra el bolchevismo  verdadero, el ruso, el de tinte proletario y contra el socialismo en general. Las dictaduras se hacen pasar también por tales muros de defensa, y desempeñan el papel de salvadores de la civilización europea frente al peligro bolchevique…puede decirse que viven de ese temor artificialmente alimentado; él ha sido el principal factor causante de su triunfo en el interior y confían en que la ideología antibolchevique, incansablemente propagada, les facilitará también el triunfo exterior, mundial.
Mas es preciso prevenir a la burguesía sobre el horrible desengaño que le aguarda si sucumbe a esa propaganda trapacera…”  

  Pág.41: “No se destacará nunca bastante que el socialismo fascista es una desfiguración moral del socialismo auténtico; el robo de una idea ética y humanitaria, para desfigurarla y hacer con ella una propaganda de juventud a base de perspectivas ilusorias”… Pag.44 a 47: ”me parece más nacional y más social el proceder del presidente Roosevelt que acaba de presentar al Congreso norteamericano un proyecto previendo la construcción de tres a cuatro millones de residencias, cuyo costo –y es un costo muy elevado- deberán sufragar  las empresas privadas y el capital, juntamente con el Estado. Este plan tampoco deja nada que desear en cuanto a grandiosidad. Pero es una grandiosidad que no tiende a la desorientación e intimidación del pueblo mediante el despliegue de la pompa y el poderío del régimen, sino al provecho y razonable bienestar de los habitantes del país”

 “El que la palabra “socialismo” es en boca del fascismo una mentira, a pesar de todas las modalidades económicas anti individuales, lo demuestra ya el nombre de la subespecie alemana: nacional-socialismo…Nacional-socialismo son antitéticos…El socialismo es un impulso absolutamente moral, es decir, dirigido hacia adentro, un impulso de la conciencia. Piénsese a su respecto como individualista burgués o como se quiera, de todos modos habrá que admitir que es pacífico, pacifista, hasta exponiéndose a sí mismo al peligro. Apenas tiene por naturaleza el sentido del poder, y si llegara a quedar aniquilado sería a causa de esa falta. Hemos visto cómo la república alemana, socialmente influenciada, se rindió a sus asesinos, por terror pacifista a verter sangre y a la guerra fratricida. Hemos visto también que presión de parte de las potencias agresivas y guerreras hacía falta que el pacifismo socialista francés e inglés se avinieran por fuerza, al rearme defensivo de sus respectivos países. Llamo al socialismo un impulso moral porque le interesa esencialmente la política interior y no la exterior”

 “La reforma socialista propugnada por León Blum se realizó en Francia con descuido casi culpable de las cuestiones de política exterior, en la creencia idealista de que el establecimiento y un orden superior y más justo en el interior fortalecería un país en todo sentido; es decir, creyendo en la eficacia de lo moral… ¿Y Rusia?. Se puede juzgar lamentable el ejemplo que ofrece con su política interior y se puede temer ese ejemplo. Pero hay que admitir que la naturaleza moral de todo socialismo verdadero se confirma también en el caso de Rusia: hay que reconocer que es una potencia pacifista y por lo tanto una fortaleza de la democracia. No es una casualidad, ni mera cuestión de política, sino de moral, el que Rusia se coloque como potencia pacifista al lado de las democracias grandes y pequeñas como Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Checoeslovaquia, etc. (Nota del traductor: recuerde el lector que estas páginas han sido escritas antes del pacto de Munich)”

 (Nota del blog: recuerde el lector que Rusia, como “una fortaleza de la democracia” lo fue, a partir de junio de 1941 soportando la invasión nazi; mas de una vez en sus Memorias Churchill por ejemplo resalta la lucha de Rusia rompiendo el espinazo de la Wehrmacht mientras el resto de los Aliados todavía no podían poner un pie en Europa.
 Los Aliados pudieron  armar sus ejércitos y planear estrategias futuras mientras la URSS, a costa de la sangre de millones de sus ciudadanos, daba la batalla  a la nueva invasión bárbara – esta vez de Occidente hacia Oriente- que ya tenía  a Europa cautiva. Democracias que ganaron también la guerra y pudieron seguir libres su vida  política  nacional: EEUU, Italia, Francia, Holanda, Grecia, Bélgica, Reino Unido  y siguen los nombres. Y se puede debatir ampliamente la causa de por qué otros países europeos  quedaron tras la renombrada “Cortina de hierro”)

 

En cuanto a Churchill a las pruebas me remito: “Memorias- La Segunda Guerra Mundial-IV.El gozne del destino. 1. La embestida japonesa»; Barcelona, Ediciones Orbis, 1985: página 33, en carta de 19-1-42 al Primer Ministro Curtin de Australia:

 “…Hemos de dar las gracias ante todo a las victorias rusas, en segundo lugar a nuestro éxitos contra Rommel y en tercer lugar, al hecho de que los Estados Unidos hubiesen sido atacados por el Japón al mismo tiempo que nosotros. La culpa de los horripilantes riesgos que todavía nos toca correr, debe recaer en aquellos que, dentro o fuera del gobierno, no supieron reconocer a tiempo la amenaza nazi y no cuidaron de aplastarla mientras todavía era débil”      (Lo resaltado es nuestro)
Capítulo XI, pag.181, carta al Presidente Roosevelt, 5-3-42: “…En estos momentos todo el frente del Levante-Caspio depende enteramente del éxito de los ejércitos rusos”
En cap.XV, página 252 cita una conferencia entre Hitler y el almirante Raeder de agosto del 42, donde expresa Raeder: “…Los suministros a los puertos septentrionales de Rusia siguen siendo decisivos para la conducción de la guerra por parte de los anglosajones. Están obligados a conservar el potencial de Rusia a fin de tener absorbidas a las fuerzas alemanas”

  Capítulo XVII, página 269, febrero de 1942:   “En el transcurso del mes de febrero se nos hizo aparente que el general Auchinleck se proponía tomarse una nueva pausa de cuatro meses para montar una segunda batalla de piezas fijas  con Rommel. Ni los jefes de Estado Mayor ni yo, lo mismo que mis colegas, estábamos convencidos de que fuera indispensable la repetición de uno de tales costosos intermedios. Por el contrario estábamos persuadidos de que era lamentable que las tropas británicas e imperiales, que a la sazón sumaban más de 630.000  hombres en pie de guerra, más los refuerzos que llegaban constantemente, hubieran de permanecer ociosas por tanto tiempo e incurriendo en gastos fabulosos, mientras los rusos estaban luchando desesperada y furiosamente en toda la anchura de su vasto frente.”     (Lo resaltado es nuestro)

 

 Página 273, 22-3-42, nota al general Nye de El Cairo: “He recibido noticias del Lord del Sello Privado. No me extraña que todo haya transcurrido tan placenteramente, si consideramos que ustedes parecen haber aceptado todo lo que les dijeron, y que todo lo que nosotros tenemos que aceptar es la probable pérdida de Malta y la permanencia del ejército en una ociosidad absoluta, mientras los rusos resisten desesperadamente la contraofensiva alemana…”    (Lo resaltado es nuestro)

 Página 290, carta del Presidente Roosevelt a Churchill, abril de 1942:   “…Su pueblo y el mio piden el establecimiento de un frente a fin de aliviar la presión que pesa sobre los rusos, y ambos pueblos son lo bastante avisados para darse cuenta de que en la actualidad los rusos matan más alemanes y destruyen más pertrechos que usted y yo juntos. Aún en el caso de que no se logre un éxito completo, el gran objetivo se logrará…”   (Lo resaltado es nuestro)

  Página 302, en una carta al Presidente Roosevelt, 7-3-42:   “…Todo anuncia una inmensa reanudación de la invasión alemana de Rusia en la primavera, y es muy poco lo que nosotros podemos hacer por ayudar al único país que se encuentra luchando a fondo con los ejércitos alemanes”        (Lo resaltado es nuestro)

 Por último, de una carta de Churchill al general Ismay para el Comité de jefes del Estado Mayor, 16-10-42, Memorias, África redimida, página 421:

 “Uno de nuestros tres o cuatro objetivos supremos y vitales debe ser conservar el contacto con Rusia, así como mantener al ejército ruso armado y en campaña por medio de una remesa ininterrumpida de suministros. Para la consecución de este objetivo los aliados no deben vacilar ante los mayores sacrificios y penalidades. La derrota total de Rusia o la reducción de este país a la categoría de un factor militar desdeñable, acarrearía consigo el que toda la masa de los ejércitos alemanes se abatiera sobre nosotros como un alud…”      

(Lo resaltado es nuestro)

 

 Retomando “El triunfo final de la democracia” de Thomas Mann, página 47:

 “…Acaso me falte sensibilidad para el peligro que desde Rusia amenaza al orden de vida capitalista-burgués, pues no soy capitalista. Pero por lo que yo veo Rusia no amenaza a lo más esencial de todo, es decir, a la paz. No es precisamente Rusia, quien veinte años después de la guerra mundial, obliga a Europa a sustraer formidables sumas de dinero, enorme cantidad de elementos mecánicos, atención y trabajos para dedicarlos a la propaganda y a la carrera de los armamentos. Por el contrario, el que he hecho eso es el fascismo. Si el mundo está intranquilo, si no consigue paz y prosperidad, es por obra suya, y no del comunismo.    (Lo resaltado es nuestro)

 Página 53:   “¿Hay alguien que crea que Abisinia fue conquistada u ocupada para la mayor ventura del pueblo italiano y no para asegurar un nuevo plazo al tambaleante poder del régimen fascista? Con ese fin se asfixió a los pueblos abisinios a toda prisa, con gases venenosos. A la inversa, un gobierno enemigo de la libertad y de la paz, no teme la guerra, preocupado por la desgracia que con ella podría ocasionar a su pueblo, sino exclusivamente por temor a un debilitamiento o a la destrucción, como consecuencia de la derrota. Considera sus  probabilidades de triunfo, no las del pueblo…no mantienen la paz ni hacen la guerra para aumentar la dicha y el honor de su pueblo, sino que contrabalancean una y otro, según convenga a la conservación de su poder terrorista sobre su propio pueblo”      (Acá hay que recordar que en la última elección libre en la República de Weimar más de la mitad del electorado votó por  partidos opuestos al nazismo)

 Página 54:     “Si su pueblo no cabe en el territorio del cual dispone, ¿por qué esos gobernantes fomentan por todos los medios a su alcance el aumento a la natalidad, o sea un engrandecimiento mayor todavía del pueblo con su correspondiente estrechez creciente?…”

 Página 58:   “En general, la democracia está lejos todavía de formarse un concepto exacto de esa concentración fascista, del Estado totalitario, de su fanatismo, de su incondicionalidad, dispuesta a sacrificar toda la cultura y todo el humanismo a la victoria y al poder, para procurarse de esta manera deshonesta una ventaja inaudita en la lucha por la vida, una ventaja que por lo pronto desorienta completamente la civilización”

 Página 59: “La democracia y el fascismo habitan, como quien dice, planetas diferentes, o mejor dicho, viven en eras distintas. La imagen fascista del mundo y de la historia consiste en un dinamismo absoluto, exento y ajeno completamente a la moral y a la razón, cuyas exigencias no pueden satisfacerse y tranquilizarse con concesiones, ya que son desbordantes, indefinibles e ilimitadas”

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 Página 64:   “Expongo con palabras sencillas lo que es necesario. Es una reforma de la libertad que haga de ella algo distinto de lo que fue y pudo ser en los tiempos de nuestros padres y abuelos, en la época del liberalismo burgués, algo distinto del laissez faire, laissez passer, pues así no puede subsistir, y eso ya no le basta. La reforma a que me refiero, debe ser de índole social; sólo así la democracia puede anular las ventajas del fascismo y comunismo…”   (Lo resaltado es nuestro)

 Página 65:   “Es preciso un humanismo de la voluntad y de la combativa determinación de conservación propia. La libertad debe descubrir su virilidad, debe aprender a llevar armadura y a defenderse contra sus enemigos mortales; después de amarguísimas exigencias debe comprender que con un pacifismo que confesadamente no quiere la guerra a ningún precio provoca la guerra, en vez de impedirla.

 Esto es cuanto a la reforma espiritual de la libertad.  Pág.66: “En lo que se refiere a su renovación económica, hay que repetir una cosa muy sabida, a saber, que su falla y desventaja moral- que incluso permite al fascismo darse ante ella aires ficticios de “idealista”- reside en que está dominado por la plutocracia y las clases adineradas…Es harto ridículo ver hoy a Franco, el general de la reacción española, hacer promesas socialistas al pueblo que se defiende desesperadamente contra su rebelión; pues, ¿a qué viene entonces toda esa empresa iniciada por orden del feudalismo, del capital y del extranjero, a que viene esa guerra civil si de repente ha de propender nada más ni nada menos que al socialismo?   Página 67:   Se sabe, desde luego, qué interpretación debe darse a esa palabra: la fascista. El enemigo del pueblo jamás ha pensado, ni en sueños, que a su hora formularía ese término: pero sus consejeros alemanes e italianos, expertos en propaganda fascista, le han enseñado que  hoy en día no se puede prescindir de ella. Eso mismo demuestra que rango sobresaliente asigna el espíritu de la época al pensamiento social. Cualquiera que considere como gran desgracia humana el que la democracia fallara por falta de adaptación en la lucha histórica de las concepciones del mundo, ha de desear, tal como se desea lo más necesario, que en lo económico lo mismo que en lo espiritual se transforme la democracia liberal en democracia moral”

 Página 68: “¿Desalienta esta exigencia por su tono revolucionario? Hay que interpretarla, sin embargo, de una manera muy relativa, pues ese revolucionarismo es en verdad de índole conservadora, pero tiene por objeto la conservación de la tradición cultural occidental, la defensa contra la barbarie y los desequilibrios políticos de toda especie. Reconozco en Franklin D.Roosevelt a un estadista conservador alerta, precisamente con un matiz social que abre a la democracia amplio horizonte, y que le permite, como amigo sincero y servidor de la libertad, aún en los instantes en que condiciona y orienta su política en sentido socialista, restar empuje al fascismo y al bolchevismo…. La renovación social de la democracia es condición y garantía de su triunfo”

Thomas Mann und Elisabeth Mann im Garten stehend.ETH-Bibliothek-Zürich_Thomas-Mann-Archiv-Fotograf-Unbekannt_TMA_2549.jpg
In Blumenbüschen stehend, mit Brille und Hut in den Händen, sich eine Margerite ansteckend.ETH-Bibliothek-Zürich-Thomas-Mann-Archiv-Fotograf-Unbekannt.jpg