Hay que señalar que uno de los capítulos, “Survival” del l2-3-63, escrito por John Black y dirigido como muchos otros capítulos por Robert Altmann, fue nominado a un premio Emmy. Aquí está una de las más grandes actuaciones de Vic Morrow interpretando los delirios del sargento Saunders deambulando quemado en brazos y manos por la campiña luego de huir de un establo en llamas. En “The little carrousel” una adolescente francesa (gran actuación de Sylviane Margollé) se ofrece como enfermera para el pelotón, el sargento lógicamente no se lo permite,( sus diálogos son una pequeña joya ) y ella, siguiendo de lejos a la patrulla, muere por la explosión de una mina. Director, guionista y Vic Morrow resuelven una memorable escena final, pura actuación gestual, cuando desolado ante el cadáver, el sargento llora arrodillado y en un acto espontáneo de impotencia y pena, reflejadas patéticamente en su rostro, besa la mano de la chica muerta, con dos o tres de los soldados congregados alrededor, entre ellos Littlejohn. (Pocas veces se debieron dar en televisión alturas de expresión artística como esta escena). Escrita por Gene Levitt, fotografía Emmet Bergholz, dirigida por Bernard McEveety.

El perfil del personaje cultivado por Vic Morrow con su cansino caminar muy particular, sus largos y expresivos silencios y miradas de paciente hastío, honran a la televisión y si no vean además “No trumpets, no drums” protagonizado por Cage (Pierre Jalbert) quien sin intención, durante un ataque, mata a un civil francés, por lo cual queda trastornado por la culpa y llega hasta desobedecer cierta orden del Teniente Hanley (Rick Jason en una muy medida actuación de contenida autoridad) quien le reprocha esa actitud al sargento Saunders.

El personaje de Vic Morrow es la antítesis absoluta del clásico suboficial gritón y fanfarrón del cine norteamericano donde en general no hay ocasiones de ver a un sargento que llora, en especial recomiendo “Survival” donde se trabajan sus delirios mientras escapa quemado después de estar prisionero y deambula por la campiña francesa. Actuando dentro y fuera del esquema del norteamericano gregario, obsérvese cierta soledad fundamental del sargento, en parlamento y expresiones gestuales en todos los capítulos. (Véase la diferencia entre él que en la vida civil fue “zapatero”, en discusión con un sargento profesional-Albert Salmi- durante una misión en “Gato y ratón”) Debiera ser válido el concepto de “TV arte “ (así como existe el de Cine arte), y no dudo en colocar a varios de los capítulos de “Combate” en esa categoría, sin olvidar que entre otros muchos buenos actores del cine y Tv norteamericanas (algunos veteranos de guerra), actuaron en la serie gente como Robert Duvall, Eddie Albert, Warren Oates, Nick Adams, Albert Salmi, Lee Marvin, Sal Mineo, John Cassavettes, Dennis Hopper, Mike Kellin, Noah Berry y siguen y siguen los nombres…

Fotografía, dirección, música, encuadres, ambientación: una atmósfera propia y distintiva: la soledad existencial en la campiña francesa y sus pueblos y habitantes esperando la Liberación; guiones realmente de primera por su contenido y expresión dramática, ejemplo: el diálogo profundo de seducciones y amenazas entre una muchacha francesa y un paracaidista alemán (“Sin tiempo para compasión” con Gunnar Hellstrom y Denise Alexander- dan lugar a escenas memorables las cuales, a los que estudiamos la Segunda Guerra Mundial, han motivado para siempre.

Warren Oates

Hay un capítulo con el gran John Cassavettes y su máscara ambigua en el rol del angustiado e indeciso soldado agregado a la patrulla. Acercamiento de la cámara a la patrulla de Saunders en medio del desierto pueblo francés con el interior de la iglesia semiderruida por los bombardeos. El “doc”, Conlan Carter, revisando la herida en la pierna de Cassavettes cree que se disparó a sí mismo por miedo a combatir; acorralado trata de demostrar que no fue así sino que peleó con un alemán; nudo dramático entre Cassavettes defendiéndose y el soldado Fleming acusándolo (ya lo conocía desde la playa de Omaha) y Saunders teniendo que decidir; excelente juego de primeros planos a los diferentes soldados.

”Weep no more”, dirigida por Ted Post, escrita por Edward Lakso, música: Leonard Rosenman. Protagonista, Anjanette Comer quien casi sin hablar en todo el capítulo expresa los miedos y emociones por el asesinato de sus padres a manos de los alemanes.

Ambiente de cine francés de la década de l950.

“The pillbox“(nido de ametralladoras) con el gran trágico norteamericano Warren Oates. ¿Exagero?: recordar a Oates interpretando al cowboy de rodeo que deja en la estacada a su amigo Stoney Burke enfermo en un vagón ferroviario…

Además de un film-me gustaría saber el título- en el cual dos vagabundos, Warren y un amigo, entran a una casa de gente rica donde está la dueña sola. El amigo le ofrece seducir a la mujer para entregársela a Warren, cuando esto sucede, Warren no se anima, imposibilitado de tener sexo con ella. El teniente Gil Hanley, escondiéndose de las patrullas alemanas, debe llevar herido a Oates; se esconden en un bunker abandonado, en ese reducido,  mínimo ambiente se desatan las imprecaciones del soldado al Teniente. El cuadro final, un primer plano de Oates muerto apoyado en la pared de hormigón.

“Losers cry deal”, protagonista Mike Kellin, escrita por Shirl Hendryx, dirigida por Vic Morrow. Actuación magistral, en todas sus facetas, tonos de voz, estados de ánimo, dicción, miradas, gestos, de Mike Kellin, un abusivo jugador de poker, soldado agregado a la patrulla con su compañero Thomas (Dee Pollock).

En “Mail call”, James Best en excelente actuación en contrapunto con la de Vic Morrow, muestra todas las facetas posibles del miedo y la simulación. ¡Emmet Bergholz fotografía!
En “The bridge at Chalons” con Lee Marvin, el director saca todo el jugo a la expresividad natural de Marvin y hay un alto nivel dramático en escenas nocturnas, con fotografía otra vez de Emmet Bergholz, (escena en el cementerio del pueblo donde caminan los soldados entre las lápidas pasando junto a un Jesús crucificado), cuando Marvin, sargento especialista en explosivos estrangula a un soldado alemán que le clava su bayoneta en el torso; Marvin se va cayendo en un tremendo silencio expresivo. El y Saunders, solos, deben colocar las cargas de dinamita en el puente; Marvin herido, guía a Saunders para que las coloque; pero desalentado, sólo quiere terminar el “job” y quedarse ahí, tremendamente cansado, pero Saunders le promete que lo llevará de vuelta a las líneas norteamericanas y obligándolo, lo hacen. En la retaguardia una frase histórica de Saunders que rigorea a la patrulla por errores cometidos durante el avance hacia el puente, siguiendo sólo sus impulsos y no haberlo obedecido , les dice: ”han estado tanto tiempo en el frente que se han olvidado de ser soldados… de ahora en adelante obedecerán…”.

Nota al margen: viendo escenas como la de Lee Marvin cayendo sentado con un bayonetazo en el torso se presenta la soledad existencial del soldado en ese instante crucial de su vida: ¿ va a morir?, vivió treinta años en su país para, en ese momento, en las afueras de un pueblo francés, estar a punto de morir, no volver a su patria; el silencio tremendo que se vive, la expresión de resignación en la cara del soldado hablan de todas estas cosas.

(In memorian Pierre Jalbert: 9 enero 1925-22 enero 2014)


www.jodavidsmeyer.com es un muy completo sitio sobre “Combate”, con links a sitios fan.

Imagen Vic Morrow: www.4bp.blogspot.com

Imagen Warren Oates: www.mrquick.net

Imagen Pierre Jalbert: www.metvnetwork.com