“La derrota militar de Francia- Gamelin- Daladier- Reynaud”  de Pertinax (André Geraud) (1882-1974) periodista francés especializado en política nacional e internacional; redactor jefe de la Europe Nouvelle. Editado en Buenos Aires, a fines de 1943 por Editorial Futuro, en traducción de Roberto Bence. (La edición original en francés es “Los enterradores de Francia”). En el Prefacio detalla los motivos que lo llevaron a reunir en un libro, en un ensayo histórico, las anotaciones de varios años en su cuaderno de notas, para lograr “las síntesis provisorias que se anticipan al juicio que algún día saldrá de los archivos”. Gamelin, Daladier, Reynaud y Pétain son los grandes enterradores de Francia. Aparece una frase impacto: “Francia pudo morir por obra de aquellos que no la querían” digna de estudio, escrita en 1943. Explica que abrió crédito a todos los gobernantes franceses cuya política exterior comentó. Recopiló notas desde 1934, informes diplomáticos y políticos citados   con la seguridad de que provenían de autoridades irrebatible. Obras de Pertinax en :www.foreignaffairs.com

 En “Gamelin y la derrota militar” detalla exhaustivamente la política militar durante las décadas de los 20 y los 30, el entrecruzamiento de esferas de poder en las autoridades tanto políticas como militares, la crisis de Munich, el pacto de no agresión de 1939 entre la URSS y Alemania: “las conversaciones militares anglo-franco-rusas de Moscú habían sido demasiado lentas a semejanza de las políticas. Este fue un fracaso terrible para las diplomacias francesa y británica”.

 Amplio y profundo análisis de la línea Maginot y de las lecciones perdidas después de la caída de Polonia sobre todo en el papel de la aviación-tanques.

 Un período que siempre debió parecer increíble y sospechoso por su duración, la drole de guerre, transcurrió entre  septiembre de 1939 y mayo de 1940. Crítica a la actuación de gobierno del Frente Popular respecto a la guerra civil española.

 Como siempre, los encabezados de cada capítulo dan idea de su contenido: “Gamelin y la derrota militar”: Capítulo I: “Gamelin recomendó siempre que se resistiera a Alemania y prometió la victoria”

 Capítulo II: “El credo de la línea Maginot: unidad de doctrina en el alto mando- Charles de Gaulle, el rebelde”: se cita el prólogo de Pétain al libro del general Chauvineau (1939): “¿Es posible la invasión?”; además de “Hacia el ejército profesional” de De Gaulle.

 Capítulo III: “El armisticio de hecho” de septiembre de 1939- Mayo 1940-  Gamelin no supo precipitar la fabricación de armamentos. Permitió así que su ejército se debilitase. El Estado Mayor no quiso aprovechar las enseñanzas de las nuevas formas de guerra: Polonia y aún la guerra civil en España. Opiniones de Pétain y Weygand. Para los máximos jefes del Ejercito, “…el hecho capital era que las fuerzas no movilizadas del imperio francés y del imperio británico, más importantes que todas las fuerzas de Alemania tendidas a su máximo en plena paz, tendrían tiempo, al abrigo de la línea Maginot, de participar en la lucha. La imagen de la victoria se construía automáticamente en ellos, a una distancia de dos o tres años”.

 Gamelin “en 1936 no quiso dirigir de modo efectivo el rearme del ejército francés decidido el 6 de septiembre por el ministerio del “frente popular”.

 En cuanto a la quietud en el frente del Oeste durante meses, coincide con las apreciaciones de por ejemplo Jean-Paul Sartre en sus “Cuadernos de guerra”, como así también sobre la imagen de Gamelin ante las tropas.

 La crítica abarca otros sectores de la vida nacional, partidos políticos, grupos económicos, poderes ejecutivo y legislativo, diplomacia, prensa. Además calibra y clarifica en su medida objetiva la “traición” de que se hablaba en la época, ante el derrumbamiento del frente y la obra de propaganda y aún sabotaje comunista.

 “El Ejército no era más que el microcosmos de una nación todavía dividida por querellas políticas y sociales. A medida que el peligro se hubiera aproximado cada vez más, es evidente que la reconciliación hubiese tenido lugar. Pero, en el corazón de muchos, la pasión se mantenía en reserva para otras tareas que las de la guerra”

(Photo by George Hoyningen- Huene/Condé Nast via Getty Images) Pertinax

Capítulo IV: Gamelin, Jefe militar, convertido  en académico por la edad-Pésima organización del alto comando. Espíritu de pesadilla- Darlan-Vuillemin. El cuartel general en Vincennes, Gamelin, superposición de poderes respecto a los del general Georges: cuartel general en Ferté-sous-Jouarre. Disentimientos entre Gamelin y Darlan.

 Acerca de la drole de guerre se recomienda un documental con filmaciones de aficionados de la época: Youtube,  Drole de guerre, Frankreich 1939/40: “Ein seltsamer Krieg/Doku/ARTE, escrito y dirigido por Cedric Gruat sobre idea original de Marc Silvera.

  Capítulo V: Gamelin.-La expedición a Noruega y la ayuda a Bélgica.- Irresolución que condujo a la aventura. Dada la guerra de Rusia contra Finlandia las operaciones aliadas imaginadas en su territorio y en el Cáucaso contra Rusia. La ayuda a Bélgica, tres diferentes hipótesis.

  Capítulo VI: En Gamelin la ejecución fue peor que la concepción. El Buda militar se hundió al tercer día del desastre. : “Gamelin pensó siempre que la línea de fortificaciones Maginot equivalía a una victoria del Marne que se daba automáticamente a Francia desde el día de la declaración de guerra como ventaja inicial. Protegida por blocaos de hormigón y cemento, calculó en todo momento que las dos potencias occidentales tendrían el tiempo necesario para movilizar sus recursos y pensó incluso que podrían hacerlo holgadamente. ¿Por qué razón, entonces, abandonó lo que consideraba como el más seguro de los resguardos posibles para entrar en una guerra de movimientos y batirse en campo abierto?Las faltas de omisión y acción imputables a Gamelin en las batallas del Mosa y Flandes son de grandes consecuencias. Ni9 reaccionando contra la altísima opinión que tenía de su instrumento militar hay que desconocer la potencia que pese a todo, significaban las 125 divisiones y los 3.500 tanques opuestos a los alemanes desde la línea Maginot. Sin profundísimos errores tácticos y estratégicos sobreponiéndose a las viejas divagaciones doctrinarias, todo esto no pudo ser aniquilado en cinco semanas”

Se expone en detalle las disposiciones que cada jefe de Ejército francés (Corap, Huntziger, Billote, Georges, etc.) tomó en el terreno. Algunas de ellas favorecieron la penetración de las fuerzas blindadas alemanas no disponiéndose en igual medida las propias salvo en conceptos defensivos de acompañamiento a la infantería, o en ataques mal encarados o con pobres abastecimientos sobre todo de nafta. Cita a los generales que cayeron combatiendo junto a sus tropas. Menciona el libro de Louis Levy, “Verdades sobre Francia” que el autor escribió en el lugar de los hechos con testimonios del general De Lattre de Tasigny y sus oficiales.

 Se expone con objetividad además toda la controversia entre el general Weygand y Lord Gort, jefe del cuerpo expedicionario inglés acerca de la actuación de este último y la retirada a Dunkerque.

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 Capítulo VII: Gamelin, encerrado en un universo militar en desuso, no supo proporcionarle a Francia el dictador técnico que necesitaba. No supo apreciar los peligros que planteaban los nuevos métodos de ataque alemanes, ejecutados en Polonia (Blitzkrieg). Lanzar a los ejércitos aliados hacia Bélgica, fuera de las defensas que se habían implementado, confiando en las del Mosa. Ausencia de una gran reserva estratégica. Antecedentes de su nombramiento y descripción de la mentalidad imperante en su Estado Mayor. Frase, página 104: “los generales deben responder de la desgracia de la patria en mayor medida que los políticos. Y de entre ellos, el primero es Gamelin. O estaba él profundamente convencido de la justeza de sus cálculos en cuyo caso fue un general incompetente, o conociendo la debilidad del instrumento militar de que disponía no tuvo el coraje de renunciar y dirigir al país una suprema advertencia, en cuyo caso fue un hombre sin carácter. Pero este dilema no es satisfactorio. El cuidado que tenía en conservar su puesto le indujo gradualmente a cerrar sus ojos ante la realidad espantosa. Se engañó a sí mismo. De la capitulación del ejército nacieron innumerables capitulaciones de su inteligencia y conciencia. “Vario, ¿qué has hecho de nuestras legiones?”

 “Daladier y el fracaso político y administrativo”

 Capítulo I: “Un patriota sin voluntad”. Actuación en varios altos cargos desde la década del 20. Detalle de las leyes en tiempos de paz y guerra que regían a Francia. Apego al credo de la Línea Maginot y rechazo a los militares innovadores, léase por ejemplo De Gaulle. Amenazó con entregar su cartera cuando De Gaulle a pedido de Reynaud estuvo a punto de ser secretario del Comité de Guerra en marzo de 1940. La honestidad de Daladier está fuera de toda sospecha en su actuación durante veinte años en la política. Agregado de Historia, su probidad intelectual. Dejó su banco en el Liceo para luchar en 1914, de simple soldado a capitán. Descripción de su personalidad en la actuación pública.

 Capítulo II: “Un dictador a su pesar”: gobierno por decreto 1930. Represión en manifestaciones del 6-2-34,16 muertos, caso Stavinski, de ahí en adelante se forman dos grupos antagónicos en la política francesa.  En abril 1938 nuevo mandato después de la experiencia del Frente Popular y de la Unión nacional. Grupos diferentes creen tenerlo de su lado: los reformadores, los conservadores, los que resisten a los totalitarismo, los munichenses.  Página 116: “Los “duros” sostienen a Daladier por temor de que, si es expulsado, un “blando” se apodere del timón y los “blandos” razonan de un modo análogo en sentido inverso”. Tal vez más que cualquiera tenga él la responsabilidad del cisma de la nación francesa. Exhaustivo análisis de los orígenes, composición y actuación del partido radical-socialista, de los socialistas, de los francmasones metidos en las estructuras de poder.

 Luego de la experiencia del Frente Popular, página 123: “Los poseedores ya no podían olvidar tantas banderas rojas flameando sobre las fábricas paradas, tantos puños en alto al paso de sus automóviles. Habían tenido la visión de la revolución en marcha. En lo sucesivo, Hitler y Mussolini aparecerían como aliados de su clase social antes que enemigos de su nación. En cuanto a los no poseedores, rememoraban la rendición gubernamental en la plaza de la Concordia, delataban preparativos de golpes de estado fascistas, imputaban con acritud a los capitalistas y a los capitales la ruina del Frente popular. La nación francesa atravesó por una crisis pasional comparable a la del asunto Dreyfus, pero más fundamental. Ni agrupaciones políticas ni familias permanecieron indemnes”

 Un casi olvidado intento de Pacto de Potencias para mantener las paz en Europa: Londres, París, Berlín, Roma.  Apaciguamiento, sir John Simon y Neville Chamberlain. Al regreso de celebrarse el Pacto de Munich, Daladier aplaudido en el aeropuerto: página 126: “La primera capitulación de Francia era celebrada igual  que una victoria”

 Nota del blog: una pequeña reflexión: periodista intachable, Pertinax cumple una estricta objetividad con respecto a las izquierdas y a la URSS. Varias veces escribe “la experiencia del Frente Popular”.

Con aciertos y errores se debe una revaloración de ese gobierno, recordando que al mismo tiempo se peleaba la guerra civil española. Quizás se celebre ese gobierno como más que una “experiencia”, en el país de la Revolución, del Imperio napoleónico, de la represión de la Comuna en 1870: aquí se necesitó a los alemanes a las puertas de París para fusilar al pueblo; en 1940 fueron directamente los nazis.

 Capítulo III: “Los allegados- La enemistad hacia Reynaud y Blum.

 Pag.127: “Vedlo encaramado, pues, en una omnipotencia que casi no corresponde a su temperamento y que no puede poner en práctica sino haciéndose violencia a sí mismo. No es empujado a ella ni por un impulso interior ni por un programa resuelto de una vez por todas. Consciente de su debilidad, la cree visible para todos. Es inquieto, desconfiado, celoso de su autoridad, propenso a la sospecha, reservado, sin autonomía de inteligencia ni de carácter. Desconfiando instintivamente de los hombres que no conoce de mucho tiempo, confiere por ello, gran influencia a la gente de su intimidad, en número bastante restringido. Aspira, por otra parte, a elevarse por encima de sí mismo, y sus buenos consejeros, evocando la imagen del jefe que podría ser, llegan hasta provocar en él una especie de emulación”

 Al 13 de septiembre de 1939 Daladier era Ministro de Negocios extranjeros; Robert Coulondre era embajador en Berlín y Alexis Léger secretario general (permanente) del Ministerio.

Política hacia Italia. Vida familiar y personal: su amistad con la marquesa de Crussel y los nombres del círculo intimo de colaboradores y amigos. Enemistad con Reynaud y León Blum, valoración de la política de este último, contra quien intriga minando la disciplina nacional que Blum intentaba conformar. Página 131: “Emprenderla contra Reynaud y contra Blum, de manera constante y deliberada, equivalía necesariamente a apoyarse en los ministros y parlamentarios más dudosos en el orden de la acción exterior”.

 Proyecto de intervención en Finlandia. Ley de plenos poderes.

 Capítulo IV: “Justa concepción de la política a seguir- Una máquina gubernamental y administrativa que no funciona”:

 Fue Ministro de Defensa nacional durante cinco años. Actualmente presidente del Consejo, Ministro de Defensa y la Guerra y de Negocios extranjeros.  El “armisticio de hecho” (drole de guerre): inactividad en el frente del Oeste desde septiembre 1939 a mayo de 1940. Página 133: “Como Gamelin, vivió sin temor de que los alemanes interrumpieran el armisticio de hecho y forzaran la decisión antes de que los preparativos esenciales estuvieran realizados. De ahí el trabajo que se tomó para inculcar a Hitler la creencia de que él, Daladier,, continuaba siendo, en el fondo, el hombre de Munich a través de todas las vicisitudes y tarde o temprano, fatigado de la tensión guerrera, se refugiaría en un compromiso”.

  Acerca de la drole de guerre: página 134:  “Hitler tenía necesidad del armisticio de hecho para reemplazar ciertas máquinas, por ejemplo los tanques reconocidos como insuficientes en España, para aumentar su número…acumular armas y municiones. Preveía también que la moral francesa soportaría mal la prueba de una inacción prolongada, que el aplazamiento indefinido de las hostilidades propiamente dichas permitiría a la quinta columna operar en la delicuescencia colectiva de los franceses”

( Desde luego que los tanques habían sido probados en Polonia, además hubo varios aplazamientos por el clima, el incidente de Mechelen-sur-mer y cambios progresivos en la estrategia hasta llegar a la ruptura por Sedán)

 Composición y funcionamiento del Ministerio de Defensa y de Negocios Extranjeros.

 En 1914 “Unión Nacional” para afrontar la guerra. Desde 1918 a 1939 la grieta se hizo irreparable: Revolución rusa, Frente Popular en Francia, los fascismos europeos acompañados por los conservadores y los reaccionarios; no hubo Unión Nacional en 1939. Los Laval y Flandin no dejaban sin embargo de reclamar la unidad nacional “pero no era más que para traicionar a la nación. Su deber (Daladier) consistía en quitar a los derrotistas, a los protectores de la quinta columna las carteras con que los había provisto en abril de 1938, cuando aun no podía librarse de todo oportunismo parlamentario” “Bajo el relajamiento del centro nervioso ministerial prosigue la decadencia de la máquina administrativa, fuera del ejército tanto como en el ejército”

Capítulo V: “El fracaso del rearme”:

simple.wikipedia.org/wiki/Edouard_Daladier

Estado de los armamentos, déficit. Página 141: “El mayor problema era el de equipar al país a fin de producir, en calidad y cantidad, en el más alto grado. La obra superaba el cuadro del Ministerio de Guerra y hasta de todos los ministerios existentes. Abarcaba todo el cuerpo económico”. (Agréguese el costo de la línea Maginot). 1938: ley de organización  de la nación en tiempos de guerra. Multiplicidad de comités: producción, movilización industrial, vigilancia. Pag. 143: “…la construcción de tanques no ha modificado a la infantería, a la caballería, a la artillería, etc. cada una de las cuales se vale de las concepciones deducidas de la función tradicional de su arma. El alto comando no había roto con las viejas categorías. ¿Quién hubiera esperado, pues, que la burocracia innovara en su lugar?”

 Defectos en la movilización industrial.

Página 144: “A menudo nos hemos burlado de Mr.Chamberlain y de los ministros conservadores por no haber conseguido del Parlamento, la ley del servicio militar obligatorio hasta el mes de mayo de 1939; por haberse atenido demasiado tiempo a la máxima: la conscripción será decretada el primer día de la guerra y ni una hora antes…Hemos esperado que Polonia fuera atacada para movilizar la industria francesa, mientras que la industria alemana había “cortado amarras” desde 1937”.  Daladier entre derechas e izquierdas. Gobierno Blum y legislación social en 1936. Página 146: “Fundador del “frente popular” junto con León Blum, tiene como éste, la responsabilidad de la legislación social de 1936: semana de 40 horas, vacaciones pagas, nacionalización de las fábricas de armamentos, etc… El principio de estas reformas no se discute. Pero lo inadmisible es que, haciéndose cada día más amenazador el peligro hitlerista, los obreros franceses hayan trabajado, término medio, 38 horas, 7 minutos por semana en el transcurso del año 1938, contra 42 horas del año 1937.

 Nacionalización de las fábricas de guerra. Como (pag.147) “…ministro de la Defensa Nacional, en virtud de la ley de agosto de 1936, tenía el poder de expropiar, en todo o en parte, las industrias que trabajaban para el rearme y de someter al control del estado las que quedaban fuera de estos requisitos. El vigor de nuestro sistema dependía, es verdad, del bienestar económico del país y la ley de 40 horas tenía una indudable relación con él. Pero ¡qué repercusiones más inmediatas sobre nuestro poderío guerrero tuvieron las medidas de “nacionalización”! Hoy, mirando el pasado con la terrible lección que nos ha infligido, con la experiencia adquirida por nuestros amigos de Inglaterra y los Estados Unidos, comprendemos que, para sostener una guerra “total”, para detener a los salvajes dictadores, no podía contentarse con el aguijón del beneficio individual; que no podía obtenerse el mayor volumen de producción en el tiempo más breve, sin la intervención del Estado. Bastaba que el argumento clásico del capitalismo fuera desmentido por lo ocurrido en Alemania y en Rusia para que ya no fuera aceptable en ninguna parte, en lo que toca a la defensa nacional. Pero además hacía falta que la intervención del Estado no aportara el desorden, el relajamiento de la disciplina y un menor rendimiento. Por otra parte, entre nosotros, se puede pensar que la explotación por el Estado ha dado resultados probablemente inferiores a los de la iniciativa privada, al menos durante la paz. O impulsar el cambio mucho más lejos de lo que se lo ha hecho o abstenerse; en realidad el siniestro continente en el que vivíamos en 1936 planteaba ese dilema. Por la manera como se han dirigido las cosas, hemos acumulado los inconvenientes del liberalismo y de la administración pública”

 Página 148: “En tiempos normales, para levantar la producción industrial ante la amenaza germánica, el gobierno hubiera contado con los patrones y con los ingenieros de toda categoría. Desde 1936 a 1939, no encuentra en sus filas más que demasiados hombres agriados, temblando por sus haberes, persuadidos de que la entrada en la guerra significaría la ocupación inmediata de las fábricas, preocupados, sobre todo, por restringir sus riesgos personales, no pudiendo concebir que la vida valiera la pena de ser vivida si, en la jerarquía social existente, algo se alterara. De ahí las querellas que siguieron a los decretos de nacionalización y de control. No pretendemos siquiera distribuir los errores. Loa Schneider, Creusot, Brandt, se establecieron en consejo de Estado. Según Daladier, la porción de sus establecimientos que había sido tomada a los Schneider (decreto 11 de mayo de 1937) fue casi vetada por ellos. Algunos, en todo caso, no retrocedieron ante nada para ganar el combate social, sin prestar atención a la otra batalla. Durante años, en Francia, en Inglaterra, en los Estados Unidos, se había denunciado la avidez de los “comerciantes en cañones” por provocar la guerra para colocar mejor sus mercaderías. En esta ocasión, han preferido, mas bien, no fundir ya cañones”

 Página 150: “La fórmula de tres años de guerra desorienta a los señores Daladier y Dautry como, en otro plano, al general Gamelin y al estado mayor. Mr. Chamberlain la ha lanzado en la Cámara de los Comunes en septiembre. Puede ser interpretada de dos maneras diferentes. O resolución de los aliados de desplegar en todo momento el mayor esfuerzo posible para abatir a Alemania, sin dejarse desanimar ante la perspectiva de una batalla de tres años, si no de una mayor duración. O creencia de que la Blitzkrieg no empañaría el aparato defensivo francés, que el bloqueo marítimo, en tres años, anularía al Reich, que las democracias occidentales tienen por delante 36 meses para lanzar en la balanza sus recursos latentes, que ellas, en consecuencia, no tienen que poner en tensión, dolorosamente, todos los recursos nacionales, que pueden tener miramientos para con las comodidades de sus pueblos. Esta segunda versión han adoptado los ministros de París y de Londres”    (Para ver si mientras tanto Hitler atacaba a la URSS…)

 Página 153:  “Raoul Dautry, ministro de Armamentos, no podía ganar la partida sin derribar cuatro formidables barreras, sin doblegar cuatro fuerzas hostiles: la burocracia fosilizada de la República, la demagogia parlamentaria y electoral que se desencadena hasta en el plano técnico del armamento, la apatía de los industriales y la abulia del estadio mayor general. Su celo, su coraje indiscutibles, han tropezado con eso”

Capítulo VI: “Daladier no castiga a la traición”

  Página 159: “M.Daladier no ha guiado a la opinión pública. En febrero, como observara en presencia de Georges Mandel que “el tiempo trabajaba para los aliados”, éste replicó: “Tal vez, pero a condición de que Ud. sepa despertar y mantener el espíritu de guerra en el país”. La tarea era urgente. La ha esquivado.

 En la lucha contra Alemania, tenía que vérselas con cuatro o cinco clases de disidentes: los comunistas, adictos a las consignas de la III Internacional, que se habían levantado contra la falsa pacificación de Munich ( con respecto al Pacto Alemania-URSS de agosto de 1939 hay mucho que decir, aclarar y revelar, corregir y restablecer la verdad histórica : ver este blog: Tema histórico: “Pacto Alemania-URSS agosto 1939”) ; los socialistas de la escuela de Marceau Pivert, portadores de la enseñanza anti-militarista de los viejos teóricos marxistas, bastante fuera de moda desde 25 años atrás, pero de la cual León Blum y el grueso del partido no se habían librado enteramente, sino sólo ante la evidencia aplastante de las agresiones totalitarias; los conservadores de todo origen, la gente de fortuna que, en este universo fluctuante, temían el mar de fondo de la revolución y de la guerra, vislumbraban en las dictaduras mussoliniana e hitlerista un instrumento de salvación; por último los financistas, los economistas, los opulentos que temblaban por su opulencia, los tímidos, los desengañados, los ideólogos de la derrota, convencidos de que los grandes días de Francia estaban terminados, que, para ella, lo más prudente era ir a sentarse en el banco de las potencias secundarias, después de haberse asegurado, en la medida de lo posible, su imperio colonial; las quintas columnas alemanas e italianas.

Paul Reynaud- https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bc/Paul_Reyanaud_1940.jpg

 Capítulo VII: “Daladier quiere servirse de la ayuda a Finlandia para reconstruir la unanimidad nacional-La intriga mussoliniana-Anatole de Monzie»

  Página 167: “El 26 de noviembre de 1939, el ejército rojo se lanza sobre Finlandia. Con el recuerdo todavía fresco de la “traición rusa” del 23 de agosto de 1939 los franceses de derecha e izquierda se enfurecen. Si no persiguen el mismo fin, se unen en la misma indignación.» (Se refiere a que el pacto ruso-alemán fue tomado como una traición a Francia e Inglaterra que tenían negociadores en Moscú. Eso sí, no tenían la decisión ni él animo de hacer un pacto con la URSS con lo cual se hubiera parado al nazismo si no más. La posición de Polonia respecto a ese pacto era inconmovible. Ver en este blog: “Tema histórico: Pacto Alemania-URSS agosto 1939)

«… Los que vieron mucho tiempo, y que ven todavía en las dictaduras alemana e italiana los “pilares de la sociedad”, que atribuyen a la revolución bolchevique más que a la fascista y a la nacional-socialista, las tribulaciones de Europa, que soñaron con una coalición dirigida contra Moscú donde se fundiría el antagonismo franco-alemán, calculan que se les va a permitir desviar la guerra hacia el norte (Finlandia) y cambiar de objeto. Se levanta un clamor: ¡ruptura inmediata de relaciones diplomáticas con los Soviets! Si agachamos la cabeza ante la agresión rusa a Finlandia, ¿no perderemos el derecho de denunciar la agresión alemana a Polonia?

 Página 168: “Calculo político a la derecha, movimiento sentimental a la izquierda. Daladier se hace fuerte para conseguir la unanimidad nacional. ¿Cómo? Su intuición confusa se explica probablemente así: por odio a los bolcheviques, los conservadores se harán belicosos. El espíritu guerrero liberará entre ellos las viejas reservas de patriotismo. Entonces estarán recobrados para la defensa nacional…Aún después de comenzada la guerra, el país ha continuado con sus querellas de los años de paz. “¡Nos volveremos a ver pronto!”, decía M.Brauer, encargado de negocios de Alemania, a los funcionarios del protocolo que lo saludaban, el 4 de septiembre, en la estación de los Inválidos. M.Brauer hablaba con conocimiento de causa. Aún en esta hora de ruptura, (no) perdía la oportunidad de profetizar que los franceses no lucharían seriamente y que, dadas sus disposiciones, la maniobra llamada de la paz blanca tenía posibilidades de triunfar.

 Página 170:  “En el otoño de 1939 y en el invierno de 1940, los que creían poder reconstruir una Europa habitable para los hombres civilizados, sin impulsar las cosas hasta la derrota de Hitler en los campos de batalla, cifran su esperanza sobre todo en Mussolini, al fin ganado por la amistad francesa. A este dictador le está reservada la misión de librar al continente del comunismo, y simultáneamente, de contener la revolución nacional-socialista»  (Churchill imaginaba a una Italia no beligerante, como mínimo, hasta el fin de la guerra; toda la derecha europea había admirado la toma del poder y por casi veinte años el “orden” fascista)

 Libro Amarillo francés. Robert Coulondre embajador en Berlín. George Bonnet ministro de Negocios extranjeros.

 Página 172: “O los franceses se llamarán a silencio, Polonia será abandonada y la humillación franco-británica será tal que, sin combatir, podrán cumplirse casi todas las conquistas. O se batirán sin fe ni convicción ni material moderno e irán al abismo”

 Anatole de Monzie, Henri y Robert de Jouvenel, Maurice Colrat.

 Capítulo VIII: “El choque con Laval- Daladier condenado paradojalmente sobre el asunto finlandés, que, impulsado más lejos, hubiera lesionado el interés nacional.

 Página 179: “Los diplomáticos profesionales tratan de disciplinar, de filtrar el torrente de la opinión pública, tumultuoso y mezclado, que gana en amplitud y amenaza con lanzar la política francesa contra los arrecifes. Su idea fija es tratar hábilmente a Rusia. Los acuerdos germano-soviéticos del 29 de septiembre, consecutivos al pacto de no agresión del 23 de agosto (repartos territoriales, cooperación económica y acción conjunta por la paz blanca), siempre les han parecido que eran táctica temporaria de Moscú. Saben que la Unión Soviética sólo ha entrado con repugnancia, en septiembre, en el reparto de despojos que no anexan por la fuerza, en la misma forma, los dos compañeros. Esperan que tarde o temprano, se dará vuelta, porque Stalin, según ellos, aunque desea prolongar indefinidamente el conflicto hinchando y deshinchando el poderío alemán, sería destruido por la victoria final de Hitler. Constatan que la Unión Soviética no entrega regularmente sus materias primas. No quieren, con una ayuda demasiado pública a Finlandia, fomentar la sociedad germano-rusa, todavía muy floja. Se guardan de olvidar que el Ministerio turco no habría firmado el contrato del 16 de octubre de 1939 con las democracias de occidente, si no hubiera creído en su resolución de hacer todo lo que de ellas dependiera para atraer a Moscú”

 Planes de intervención de los aliados en Finlandia y Rusia. Expulsión de Rusia de la Sociedad de Naciones. Página 182: “(Daladier) respondiendo al llamado del mariscal Mannerheim, estaba dispuesto por su parte, a prometer el envío de un verdadero cuerpo expedicionario franco-británico…Sea cual fuere el pensamiento de Daladier (la toma de Narvik, refuerzo del bloqueo) es lo suficiente para hacernos entrar de lleno en el engranaje de una guerra con la URSS. No esperamos más que el llamado de los interesados para que nos den impulso. El 1° de marzo, Daladier telefoneaba a Helsinki: pedía que no se demorara ese gesto necesario” 

Nota del blog: ¡y esto en plena drole de guerre!

  Página 183: “El 7 de marzo, en una nota remitida al ministro de Finlandia en París, exhortaba todavía a aquellos a quienes quería socorrer a pesar de ellos, para que pidieran ayuda. Los finlandeses se sirvieron de los preparativos franco-británicos para suavizar las condiciones de sus enemigos. Dieron la espalda a Francia y a Inglaterra y enviaron negociadores a Moscú. Las firmas del tratado de paz fueron cambiadas el 12 de marzo. Los franceses tuvieron la impresión de haber sido burlados, tanto los que veían en la aventura una buena ocasión para suprimir las importaciones alemanas de mineral de hierro, como los que soñaban con una campaña contra Rusia en sustitución de una campaña contra Alemania”

Nota del blog: (La creencia en una paz blanca, en una alianza entre Alemania y la URSS es otro fantasma de la época sostenido contra toda evidencia. No hace justicia a la razonabilidad y a las propias creencias y prácticas comunistas creer que hubo tal posibilidad, una alianza con el enemigo histórico alimentado por esas democracias occidentales para que les haga el trabajo que ellas no pudieron lograr en 1919-21. En el propio texto de más arriba dice: “(el comunismo) sería destruido por la victoria final de Hitler” El mundo comunista sí había leído con atención “MI lucha”)

 Respecto al pacto ruso alemán de 1939 ver Jean-Paul Sartre: “Cuadernos de guerra-Noviembre 1939-marzo 1940”, (“Les carnets de la drole de guerre”) Edhasa, Barcelona, 1° edición 1987: Cuaderno III, página 125-126; cuaderno XII, pág.269 y Cuaderno XIV, página 371: ensayos fundamentales que hace Sartre partiendo de: “Fue la burguesía la que impidió la guerra en el año 38 y decidió capitular en Munich por miedo más a la victoria que a la derrota” (ver cita completa en parte 3 del Tema Histórico: «Pacto Alemania-URSS, agosto de 1939»)

REYNAUD: un desgraciado ensayo de dinamismo:

  Capítulo I: “Comienzos difíciles”:

     Página 193: sobre el presidente de la República Lebrun: “El 20 de marzo ofreció a Paul Reynaud la Presidencia del Consejo de Ministros. Tres meses después, el 21 de junio, en pleno desastre, aparentemente resuelto a trasladar a África del Norte la residencia del gobierno para continuar la lucha contra Inglaterra, se dejó intimidar por la contrarrevolución, encarpetó el proyecto heroico y razonable, y se aferró lastimosamente a las ruinas de las leyes constitucionales mientras Pétain y Laval iniciaban su régimen dictatorial e imponían la capitulación ilimitada”

 Desempeño de Lebrun en su cargo, entretelones del nombramiento de Reynaud como Presidente del Consejo. Querellas entre los partidos políticos. Intervención aliada en Noruega.

 Capítulo II: “Reynaud no es mas lo que fue”:

  Perfil personal y político de Reynaud. Página 208.: “Reynaud, presidente del Consejo en 1933-34 en el lugar de Daladier o Ministro de Finanzas en vez de George Bonnet, no hubiera cometido el fatal error de la gestión financiera y económica donde la historia estará obligada a encontrar una de las causas más auténticas de la división del país, en una derecha y una izquierda destilando odios”   (Entre el 33 y 34, casualmente durante la ascensión de Hitler al poder)

 “En su encuentro del ejército, Pétain, Weygand, Gamelin, Georges, innovó una vez más…Sentía vivamente que una renovación profunda se imponía en todas las manifestaciones de la vida nacional. Soñó con sacar a Francia de su estancamiento burgués. La funesta diplomacia de Laval no tuvo censura más severa ni más exacta…Valientemente, defendió la causa del acercamiento con Rusia”

 El entorno de Reynaud: Bouthillier, Leca, Devaux, Helene de Portes, personajes que influyen en el destino de Francia.

 Capítulo III: “Noruega, Bélgica, la cuestión Gamelin: primeros fracasos”

 La lucha en Noruega, improvisación y desastre. Los países neutrales. El caso Bélgica y su rey Leopoldo. De Gaulle Secretario General del Comité de guerra. Prolegómenos de la designación de Pétain.

 Capítulo IV: “El advenimiento de Pétain y de Weygand”

  Mayo de 1940, Reynaud renuncia al cargo, Pétain nombrado Presidente del Consejo y Weygand general en jefe. Página 228: “Sus nombres, ligados a los recuerdos de 1916 y 1918, reconfortan a los franceses, los revelan de la primera angustia., Reynaud, tanto tiempo aislado, expuesto a las injurias de la gente, se dio cuenta de que para provocar, los soldados y los civiles, un pensamiento de podría nacional, nada valía como la protección de las dos viejas coronas de roble”. Página 230: “Cualesquiera fuesen las intenciones superficiales de los hombres, estaba abierto el camino de la esclavitud. En lo más profundo de ellos mismos, Pétain y Weygand llevaban la contra-revolución, esa que debía efectuarse el 16 de junio. Pero, después de todo, el patriotismo no es un sentimiento hecho en series y por igual en todos. Si es concepción racional, es también y principalmente instintivo. Cuando se trata de apreciar lo que puede y no hacerse para resistir al enemigo, los jefes, persuadidos en su molicie de que su país   después de un siglo y medio está poseído de una inspiración detestable y que alimenta en él el principio de su ruina, no serán tan audaces como otros encariñados con la Francia de la revolución”

Capítulo V: “Temporización de Weygand- Conflicto con los ingleses y el fin del “comando único”

 Disposiciones para contener el avance alemán, conflictos con Gort, jefe del cuerpo expedicionario inglés. Errores del mando francés y argumentos del general Weygand al detalle, lo mismo que controversia sobre la retirada de Gort a Dunkerque. Capitulación de Bélgica. Dunkerque: página 244: “La Marina francesa no ha tomado ninguna medida para retirar las tropas francesas de la zona de Dunkerque… Sin embargo, por decenas de millares, los franceses esperan en las playas. No dudan que serán transportados al otro lado del estrecho con sus camaradas británicos. Y el comando francés que no ha querido la evacuación, reclama igual parte en el embarque”

 La lucha en Noruega, improvisación y desastre. Los países neutrales. El caso Bélgica y su rey Leopoldo. De Gaulle Secretario General del Comité de guerra. Prolegómenos de la designación de Pétain.

 Capítulo IV: “El advenimiento de Pétain y de Weygand”

  Mayo de 1940, Reynaud renuncia al cargo, Pétain nombrado Presidente del Consejo y Weygand general en jefe. Página 228: “Sus nombres, ligados a los recuerdos de 1916 y 1918, reconfortan a los franceses, los revelan de la primera angustia., Reynaud, tanto tiempo aislado, expuesto a las injurias de la gente, se dio cuenta de que para provocar, los soldados y los civiles, un pensamiento de podría nacional, nada valía como la protección de las dos viejas coronas de roble”. Página 230: “Cualesquiera fuesen las intenciones superficiales de los hombres, estaba abierto el camino de la esclavitud. En lo más profundo de ellos mismos, Pétain y Weygand llevaban la contra-revolución, esa que debía efectuarse el 16 de junio. Pero, después de todo, el patriotismo no es un sentimiento hecho en series y por igual en todos. Si es concepción racional, es también y principalmente instintivo. Cuando se trata de apreciar lo que puede y no hacerse para resistir al enemigo, los jefes, persuadidos en su molicie de que su país   después de un siglo y medio está poseído de una inspiración detestable y que alimenta en él el principio de su ruina, no serán tan audaces como otros encariñados con la Francia de la revolución”

 

Capítulo VI: “La estrategia de Weygand”

 Contraorden de Weygand el 20 de mayo a la operación convenida entre Gort y Billote para estrangular el bolsón. Página 248: “Tuvo la ambición de organizarla a su manera…pero de estos preparativos nunca pudo salir una acción seria…No será posible pronunciarse hasta el día en que el proceso de Weygand se ponga a estudio de una comisión investigadora”  Página 249: “No osó tomar resueltamente la continuación de la guerra de movimiento, desencadenada el 10 de mayo. Tuvo miedo de perder su reputación. Se refugió en los preceptos de la escuela. Se puso a la búsqueda de un compromiso equívoco entre la guerra de movimiento y la guerra de posición”

Había dos opciones estratégicas, una, “abandonar la región fortificada y acumular oeste todo el ejército francés, todo el material transportable, estando París englobado en el sistema…El otro punto de la alternativa, hacer de la región fortificada el reducto supremo de Francia no tiene las mismas ventajas ya que comporta…el abandono de París, del 70% de la industria de guerra y no ofrece ninguna salida hacia fuera, no es más que un impasse conducente a la capitulación definitiva. Hombres resueltos a no considerar la guerra en el suelo metropolitano como la terminación de la guerra, como el desastre sin nombre, convencidos de que a la altura de la guerra moderna, el Mediterráneo era el equivalente del Marne, se hubieran decidido probablemente por la primera fórmula”

Página 252: “ (Weygand) se alaba de haber renovado la táctica del ejército francés, de haber reemplazado la rígida resistencia lineal practicada hasta entonces, por una resistencia profunda dotada de elasticidad…con grupos cerrados de puntos de apoyo…”.  Página 255: “El general De Gaulle censura a Weygand por no haber reunido sus fuerzas a la izquierda, frente al principal esfuerzo del enemigo. En vez de reunir el millar de tanques que poseía…los ha desmenuzado”

 Capítulo VII: “La evacuación tardía de París y el desorden gubernamental”:

    De Gaulle nombrado subsecretario de Estado de Guerra por Reynaud quien mantiene hasta el 10 de junio en París el gobierno y la alta administración. Instalación en Tours. El éxodo civil. Referente a Reynaud, página 262: “Por su conducta vacilante o tortuosa (un abismo se cruzaba entre las palabras y las acciones), por la elección de sus ministros y consejeros, por la sumisión que mostraba a menudo a familiares indignos, el presidente del Consejo ha influido en la suerte de Francia, de Inglaterra y de todos los países que rechazan la idea totalitaria. Gamelin y Daladier tendrán que responder por la derrota. De él, estamos obligados a decir que la capitulación de Francia fue casi totalmente obra suya. Ella surgió de las “concesiones” a los que lo rodeaban, si no de su voluntad. Conclusión de los armisticios separados con Alemania e Italia, en violación al acuerdo del 28 de marzo, rechazo de llevar la guerra al África del Norte, de proceder cuando se podía todavía, a todos los preparativos convenientes y de lanzar a la flota  francesa en la balanza del lado de Inglaterra, ruptura con el gobierno de Londres y conflicto de Mers-el-Kebir, fundación de una dictadura casi fascista cooperando con el imperio nazi y debilitamiento, en el mundo entero, de la causa de los pueblos libres a la que la independencia francesa está ligada”

Nota del blog: severas palabras de Pertinax justificadas a lo largo de toda la obra. Incluso lo referente a Mers-el-Kebir se puede confrontar con las diferentes actitudes de los almirantes franceses estacionados en Alejandría y demás puertos de África y con las actitudes de los procónsules de las colonias.

 Capítulo VIII: “Baudoin, hombre de confianza- El Consejo secreto de Reynaud:

 Baudoin Secretario General de la Presidencia del Consejo, en esta función, página 263: “Tuvo el cuidado de alejar los hombres de valer, quienes, según el proyecto original, debían asistirlo: el coronel De Gaulle para las cuestiones militares, M.Baumgartner para las finanzas y la economía y M. Robert Coulondre para la política exterior”. Página 264: “El poder de Baudoin, en crecimiento ininterrumpido, se convierte en un verdadero lugarteniente del presidente del Consejo, no obstante la modestia de su título. En el período 1938-39 estuve al corriente de las ideas que Baudoin profesaba, en privado, en cuanto a la política extranjera. Odio a la democracia y al régimen representativo, interpretación optimista de la doctrina fascista y también de la doctrina nacional socialista en sus consecuencias internacionales. Estaba convencido que las concesiones acordadas a los dictadores por las dos grandes potencias, apaciguarían en ellos cualquier veleidad de emplear los instrumentos de guerra»  Amplios antecedentes de la función privada y pública de Baudoin. Página 265, un mecanismo tradicional repetido a través de los siglos, se usa a Baudoin como interlocutor válido ante los poderes del establishment (Talleyrand como embajador y ministro de Relaciones Exteriores de Napoleón): “En 1937, León Blum, que, con su experiencia social, teme la vindicta de la moneda y la economía, quiere ponerlo a la cabeza del Banco de Francia. El no consiente nada más que en ser una especie de arbitro consejero…tiene la misión de tranquilizar al mundo capitalista”.  Helene de Portes, su actuación en el círculo intimo de Reynaud.  Pág.270: composición del círculo intimo que gobernó a Francia en el momento más terrible de su historia. Alexis Léger embajador de Francia y desde 1931 secretario general del Ministerio de Relaciones Exteriores, su oposición a la camarilla de Reynaud. Los archivos del Quai d´Orsay. Guariglía embajador de Italia en Francia.

 Capítulo IX: “La caída de Alexis Léger- El dualismo ministerial- El final de Daladier”  En este capítulo se detalla in extenso la actuación de Léger y la oposición de que era  objeto por parte de la camarilla detrás de Reynaud hasta llegar a su despido de la Secretaría general. La importancia que tiene en ese momento histórico su destitución. La situación política  entre abril y mayo

Alexis Leger- www.sjperse.org/buttons/perseprofilpf22.jpg

Ver nuestro “Tema histórico”: “Alexis Léger, la permanencia de una Idea; Secretario permanente del Ministerio de Asuntos Extranjeros francés”

Capítulo X: “Se presenta el dilema-  Continuación de la lucha con la flota y el Imperio o el armisticio por separado-  El partido del armisticio- Los que se resisten”:

  Fines de mayo, junio, las dudas y las idas y vueltas entre seguir la lucha desde las colonias o el armisticio. Actuación del general Weygand respecto del armisticio. La retirada del gobierno a Tours y Burdeos. Actuación de Camille Chautemps. Georges Mandel.

 Capítulo XI: “El 13 de junio en Tours-  Ultima conferencia franco-británica-  Primer desfallecimiento de Reynaud”.

Churchill llega a Tours para conferenciar con el gobierno acompañado de Lord Halifax, Lord Beaverbrook, Alexander Cadogan y el general Ismay. Diferentes versiones de esa conferencia entre Reynaud y los ingleses. En este debate: “¿Por qué el problema de la prosecución de la guerra con la flota y el Imperio francés no fue abordado de frente?

Capítulo XII: “El 15 de junio en Bordeaux-  Segundo desfallecimiento de Reynaud-  Nota enviada al gabinete de Londres”:

Reynaud es informado que el general De Gaulle está en Londres preparando tropas y suministros para África del Norte; Laval y Pétain en contra de este proyecto. Ineficacia de Jeaneney y Herriot. Contemporización para saber los términos alemanes de un armisticio. La flota francesa: página 333: “Mr. Churchill y sus colegas juzgaron inmediatamente que un gobierno francés firmante del armisticio no sería más que un esclavo, que su voluntad y sus contratos con cualquier otro Estado fuera del alemán quedarían sin valor y que no había ninguna otra protección concebible al regreso eventual de la flota francesa que su anclaje en aguas británicas. No era necesario ser brujo para predecir que, sola, esa caución se juzgaría adecuada(mente) en el Almirantazgo, el cual no se resignaría en absoluto a dejar oscilar sobre el tablero oceánico una enorme fuerza naval, apenas inferior a la cuarta parte de la potencia marítima británica, capaz de causar la ruina del imperio, si los totalitarios lograban tomarla directa o indirectamente”

 Capítulo XIII: “El 16 de junio en Bordeaux-  El proyecto de unión franco-británica y la dimisión de Reynaud-  Su nombramiento en Washington”:

 Pétain contra la posibilidad de llevar el gobierno a África del Norte, estando todavía en Londres el general De Gaulle en misión confiada por Reynaud, evacuar a África todo el material que se pueda para continuar desde allí la guerra. EEUU no puede intervenir militarmente. Respecto al rechazo de un gobierno franco-británico, entre otras razones, pág.338 “debió ser chocante para cerebros de pequeños burgueses caseros, que interpretaban la curva de los acontecimientos de la manera más mezquina y afectados desde tiempo inmemorial, frente a las normas aristocráticas subsistentes todavía al otro lado de la Mancha, de un complejo de inferioridad social”

 Votación en el Consejo: 11 votos contra el armisticio, 13 por el armisticio: “Reynaud (pag.339) no debió jamás considerar ese escrutinio como definitivo y como que implicaba la decisión del Consejo de terminar el armisticio por separado”. El general De Gaulle vuelve de Londres a buscar a Reynaud para acompañarlo en la proyectada reunión con los ingleses, rechazado por la corte que rodea a Reynaud vuelve a Inglaterra.  El caso de las valijas de Leca y Devaux en la frontera española.

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Ver reportaje a Dominique Leca en el excelente documental de Jean A. Chérasse: «Vichy, le prise de pouvoir par Philippe Pétain»; Youtube al 1 h,36′ y 1 h, 48′.